El sistema inmunológico es una defensa vital del cuerpo humano contra patógenos como las bacterias, virus, hongos y parásitos. Las células inmunitarias son las que componen el sistema inmunológico. En esta artículo, exploraremos las diferentes células del sistema inmunológico, su función y características.
Las células NK son células asesinas naturales presentes en la circulación sanguínea y en los tejidos linfáticos. Aunque tienen un papel importante en la función inmunológica innata, están principalmente involucradas en la identificación y destrucción de células anormales o infectadas por virus. A diferencia de otras células inmunitarias, las células NK pueden detectar y matar células infectadas sin la necesidad de una respuesta previa de anticuerpos o células T. Además, también participan en la regulación de las respuestas inmunitarias y el mantenimiento del equilibrio inmunológico.
Las células dendríticas son células de captura de antígenos que atienden a diferentes órganos linfoides. En los tejidos, las células dendríticas maduran y luego migran a los ganglios linfáticos, donde presentan el antígeno a las células T. Las células dendríticas tienen una habilidad inigualable para activar células T y, por lo tanto, son células antígeno-presentadoras (APCs) centrales en la iniciación y regulación de las respuestas inmunitarias adaptativas.
Los neutrófilos son células inmunitarias más abundantes en la circulación de los humanos, representando alrededor del 70% de las células blancas de la sangre. Son los primeros en llegar al sitio de la lesión o infección. Además, pueden fagocitar y matar microorganismos y células infectadas a través de una variedad de mecanismos antimicrobianos.
Los macrófagos son células comunes en la mayoría de los tejidos del cuerpo y se originan a partir de precursores mononucleares. Estas células fagocitan y degradan microorganismos invasores y células infectadas. Además, también pueden presentar antígenos a células T para iniciar una respuesta inmunitaria adaptativa. Los macrófagos son importantes en la eliminación de células apoptóticas y el mantenimiento de la homeostasis tisular.
Los mastocitos son células tisulares distribuidas ampliamente en los tejidos del cuerpo, especialmente en la piel y las mucosas. Estas células participan en la respuesta inflamatoria y la reparación tisular. Los mastocitos liberan una variedad de sustancias químicas, como histamina, que desencadenan la inflamación. También han demostrado tener un papel defensor contra ciertos parásitos.
Los linfocitos T son células inmunitarias adaptativas que se generan en la médula ósea y se diferencian en el timo. Después de la activación del antígeno, las células T se dividen para producir células T efectoras que actúan en respuesta a la inmunidad celular y células T de memoria que pueden responder rápidamente en el futuro. Los linfocitos T participan en la respuesta inmunitaria contra infecciones por virus, células tumorales y otros antígenos intracelulares. Además, también son importantes en la respuesta inmunitaria mediada por anticuerpos.
Los linfocitos B son células pluripotentes que se originan en la médula ósea y maduran en células plasmáticas productoras de anticuerpos o células B de memoria. Las células B son células antígeno-presentadoras, es decir, pueden presentar antígenos a células T que esperan su estímulo para activarse. Además de su papel como anticuerpos no específicos, los anticuerpos producidos por células plasmáticas identifican y eliminan microorganismos invasores, toxinas, y células infectadas. Las células B también están involucradas en la activación de la respuesta inmunitaria celular.
Las células T asesinas inducidas por antígeno son subconjuntos de células T citotóxicas que se vuelven activas por presentación de antígeno. Al igual que las células NK, las AIK pueden matar células infectadas y anormales sin la necesidad de una respuesta previa de anticuerpos o células T.
En conclusión, las células que forman el sistema inmunológico son una parte vital de nuestro cuerpo. Cada tipo de célula inmunitaria desempeña un papel crítico en la identificación y eliminación de patógenos en nuestro cuerpo. Comprender la función y las características de las diferentes células inmunitarias puede hacernos apreciar mejor el extraordinario poder del cuerpo humano en defensa propia.