¿Qué son los antibióticos?
Los antibióticos son medicamentos que se utilizan para tratar infecciones bacterianas. Aunque a menudo se utilizan indistintamente con los antimicrobianos, los antibióticos sólo funcionan contra las bacterias y no contra otros tipos de microbios, como los virus.
Los primeros antibióticos se descubrieron en la década de 1920, y desde entonces han salvado innumerables vidas. Sin embargo, los microbios evolucionan constantemente, lo que hace que algunos antibióticos sean cada vez menos efectivos. Además, el mal uso de los antibióticos puede contribuir a la aparición de bacterias resistentes, por lo que es importante utilizarlos sólo cuando sea necesario y según las indicaciones del médico.
¿Cómo funcionan los antibióticos?
Los antibióticos funcionan de diversas formas. Algunos matan las bacterias directamente, mientras que otros debilitan su capacidad de crecer y reproducirse, lo que permite que el sistema inmunológico del cuerpo se encargue de eliminarlas.
Los antibióticos pueden actuar sobre distintas partes de la célula bacteriana. Algunos se dirigen a la pared celular, que protege a la bacteria del medio exterior. Otros apuntan a la membrana plasmática, que rodea la célula y controla todo lo que entra y sale de ella. Otros aún se enfocan en las enzimas que las bacterias necesitan para sobrevivir.
¿Cómo se administran los antibióticos?
Los antibióticos pueden administrarse de diversas formas, dependiendo del tipo de infección y de la gravedad de la misma. El médico decidirá la forma de administración más adecuada.
Los antibióticos se pueden tomar por vía oral, en forma de comprimidos, cápsulas o líquido. Los antibióticos intravenosos se administran directamente en el torrente sanguíneo a través de una vena. Los antibióticos inyectables se aplican en el músculo o debajo de la piel.
¿Qué efectos secundarios tienen los antibióticos?
Los antibióticos pueden tener efectos secundarios, como cualquier otro medicamento. Los efectos secundarios más comunes incluyen náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y erupciones en la piel. Algunos antibióticos pueden también causar hipersensibilidad o alergias en algunas personas.
Es importante seguir las instrucciones del médico y no interrumpir el tratamiento antes de tiempo, aunque los síntomas hayan desaparecido, ya que esto puede contribuir al desarrollo de bacterias resistentes.
¿Cuándo se utilizan los antibióticos?
Los antibióticos se utilizan para tratar infecciones causadas por bacterias, como infecciones respiratorias, del tracto urinario, de la piel, del oído y neumonía, entre otras.
Sin embargo, los antibióticos no funcionan contra las infecciones virales, como los resfriados y la gripe, por lo que su uso en estas afecciones es inadecuado.
Es importante utilizar los antibióticos sólo cuando sea necesario, para evitar la aparición de bacterias resistentes. Por esta razón, los médicos suelen prescribir antibióticos sólo cuando la infección es causada por bacterias o cuando hay una alta sospecha de infección bacteriana.
¿Cómo prevenir las infecciones bacterianas?
La mejor forma de prevenir las infecciones bacterianas es a través de medidas simples de higiene, como lavarse las manos con regularidad, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, no compartir utensilios personales, como cepillos de dientes o lentes de contacto, y mantener un estilo de vida saludable, con una alimentación equilibrada y actividad física regular.
En cuanto a las infecciones hospitalarias, es importante que los centros de atención sanitaria cumplan con las normas de prevención de infecciones, para reducir el riesgo de infecciones adquiridas en hospitales.
Conclusiones
Los antibióticos son medicamentos efectivos para tratar infecciones bacterianas, pero su uso inadecuado puede contribuir al desarrollo de bacterias resistentes. Es importante tomarlos según las indicaciones del médico y no interrumpir el tratamiento antes de tiempo, aunque los síntomas hayan desaparecido.
La prevención de las infecciones bacterianas es fundamental, y se logra a través de medidas simples de higiene y de la adopción de un estilo de vida saludable. Los centros de atención sanitaria también tienen un papel importante en la prevención de las infecciones hospitalarias.
En resumen, los antibióticos son una de las herramientas más importantes de la medicina moderna, pero su uso adecuado y responsable es fundamental para garantizar su eficacia en el futuro.