Antibióticos y el desarrollo de alergias
La introducción generalizada de los antibióticos en la práctica médica hace unos 70 años, ha tenido un efecto profundo en la prevención y tratamiento de las infecciones bacterianas. No obstante, la exposición a los antibióticos también se ha asociado con la aparición de respuestas alérgicas a los alimentos y otros alérgenos. En este artículo, profundizaremos en la relación entre los antibióticos y el desarrollo de alergias.
¿Qué son los antibióticos y cómo funcionan?
Los antibióticos son una clase de medicamentos que se utilizan para tratar las infecciones bacterianas, ya sea matando a las bacterias o impidiendo su crecimiento. Existen distintas clases de antibióticos que actúan en diferentes aspectos de la bacteria, como la pared celular, la síntesis de proteínas y el material genético.
Los antibióticos se prescriben para tratar una variedad de infecciones bacterianas, incluyendo infecciones respiratorias, infecciones del tracto urinario, infecciones de la piel y la neumonía, entre otras. Sin embargo, los antibióticos no son eficaces contra infecciones virales, como la gripe o el resfriado común.
¿Cómo pueden los antibióticos afectar al sistema inmunológico?
La exposición a los antibióticos puede afectar tanto al sistema inmunológico innato como al adaptativo. El sistema inmunológico innato es el primer nivel de defensa del cuerpo contra los patógenos y está compuesto por barreras físicas, como la piel y las mucosas, así como por células inmunitarias que detectan y eliminan los patógenos. El sistema inmunológico adaptativo es el segundo nivel de defensa y se activa después de la exposición a un patógeno específico para producir una respuesta inmunológica duradera.
Los antibióticos pueden afectar al sistema inmunológico innato al alterar la microbiota intestinal, es decir, los microorganismos que habitan en el intestino. La microbiota intestinal no solo ayuda a la digestión y absorción de nutrientes, sino que también interviene en la regulación del sistema inmunológico. Los antibióticos pueden eliminar tanto las bacterias beneficiosas como las perjudiciales, lo que puede llevar a la disbiosis, es decir, un desequilibrio en la composición de la microbiota intestinal.
La disbiosis puede provocar una disminución en la producción de ácidos grasos de cadena corta (SCFA, por sus siglas en inglés), que son producidos por la microbiota intestinal y que tienen efectos antiinflamatorios y reguladores del sistema inmunológico. Además, la disbiosis puede aumentar la permeabilidad intestinal, lo que puede permitir que las moléculas alimentarias y los antígenos entren en la circulación sanguínea y provoquen una respuesta inmunológica anormal.
¿Cómo se relacionan los antibióticos con el desarrollo de alergias?
La exposición a los antibióticos se ha asociado con un aumento en el riesgo de desarrollar una amplia variedad de alergias, incluyendo alergias alimentarias, alergias a los fármacos y alergias ambientales.
Los estudios en animales han mostrado que la exposición temprana a los antibióticos puede alterar la microbiota intestinal y aumentar el riesgo de desarrollar alergias. Por ejemplo, un estudio en ratones mostró que los animales recién nacidos que recibían una única dosis de penicilina tenían una mayor susceptibilidad a desarrollar alergias alimentarias. Otro estudio en ratones mostró que la exposición temprana a los antibióticos aumentaba el riesgo de desarrollar asma.
En los seres humanos, la exposición a los antibióticos también se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar alergias. Por ejemplo, un estudio en niños encontró que la exposición a los antibióticos en el primer año de vida se asociaba con un mayor riesgo de desarrollar asma y alergias alimentarias. Otro estudio encontró que la exposición a los antibióticos en la infancia se asociaba con un mayor riesgo de desarrollar una sensibilización alérgica a los ácaros del polvo y a los gatos.
¿Pueden los probióticos reducir el riesgo de desarrollar alergias relacionadas con los antibióticos?
Los probióticos son microorganismos beneficiosos para la salud que se encuentran en ciertos alimentos, como el yogur y el kéfir, y en suplementos alimentarios. Los probióticos pueden ayudar a restablecer la microbiota intestinal alterada por los antibióticos y a prevenir la disbiosis.
Algunos estudios han demostrado que la suplementación con probióticos durante la exposición a los antibióticos puede reducir el riesgo de desarrollar alergias relacionadas con los antibióticos. Por ejemplo, un estudio en niños tratados con antibióticos por otitis media aguda encontró que la suplementación con Lactobacillus rhamnosus GG reducía el riesgo de desarrollar alergias alimentarias y ambientales.
Sin embargo, no todos los estudios han encontrado un efecto beneficioso de los probióticos en la prevención de alergias relacionadas con los antibióticos. La elección de un probiótico específico, la dosis y la duración de la suplementación pueden influir en la eficacia del tratamiento.
¿Cuáles son las implicaciones clínicas de la relación entre los antibióticos y el desarrollo de alergias?
La relación entre los antibióticos y el desarrollo de alergias es un tema de gran interés en la práctica clínica. Si bien los antibióticos son un tratamiento esencial para las infecciones bacterianas, es importante considerar el potencial efecto perjudicial en la microbiota intestinal y la posibilidad de aumento del riesgo de alergias alimentarias, a los fármacos y ambientales.
Se deben realizar investigaciones adicionales para determinar la mejor forma de prevenir y tratar las alergias relacionadas con los antibióticos. La suplementación con probióticos puede ser una opción prometedora, pero se necesita más evidencia para establecer la eficacia de esta intervención.
En resumen, la exposición a los antibióticos puede tener efectos perjudiciales sobre la microbiota intestinal y puede aumentar el riesgo de desarrollar alergias, incluyendo alergias alimentarias, alergias a los fármacos y alergias ambientales. Los probióticos pueden ser una opción efectiva para reducir el riesgo de alergias relacionadas con los antibióticos, pero se necesitan más estudios para determinar la mejor forma de prevenir y tratar estas alergias. Es importante que los médicos consideren cuidadosamente la necesidad de prescribir antibióticos y trabajen de cerca con los pacientes para minimizar los efectos perjudiciales y maximizar los beneficios de este tratamiento vital.